Ha sido todo un descubrimiento las salsa de frutas del bosque... y quería seguir inventando con ella. Así que esta vez decidí ponérsela a la masa de magdalenas en lugar de utilizarla como relleno. Pensé que además de un sabor delicioso, también le aportaría un bonito color...Y nada más alejado de la realidad, lo del color digo, porque buenas, estaban buenísimas, pero salieron con un horrendo color verde. Y eso que el color de la masa era muy bonito, pero una vez horneadas la historia cambió.
Ingredientes
3 huevos
190 g de azúcar
240 g de harina (llevaba levadura, si la vuestra no, ponedle un sobre)
125 g de leche fermentada (suero de leche, buttermilk)
50 g de aceite suave (yo le puse de girasol)
media cucharadita de bicarbonato
una pizca de sal
3 cucharaditas de salsa de frutas del bosque (o mermelada)
Elaboración
Se baten los huevos con el azúcar. Cuando hayan doblado su volumen, le bajamos la velocidad a las varillas, e incorporamos la leche fermentada y el aceite. Mezclamos los ingredientes secos y los tamizamos y lo vamos añadiendo a cucharadas a la mezcla anterior. Por último ponemos la salsa de frutas. Ponemos la mezcla en las cápsulas de papel (la llenamos un poco más de la mitad) y las metemos al horno ya caliente unos 20-25 minutos, depende de cada horno. Las sacamos y dejamos enfriar en una rejilla
La decoración está hecha con nata mezclada con sirope de chocolate y con la salsa de frutas. Así quedó tapado completamente el bonito color verde que tenían ;)
Están realmente buenas y se puede adaptar al sabor que más os guste: fresa, ciruela, melocotón...
Espero que os guste. Un beso y hasta la próxima.
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