El otro día llegó mi cuñada con una pala de padel y me dijo que tenía que hacer una tarta exactamente igual. Lo primero que le dije es que era imposible, pero bueno, después de reflexionar y de mirar en la red, pensé que lo podía intentar.
Está hecha con bizcocho de chocolate y rellena de ganaché de chocolate negro y crema de dulce de leche. Va toda cubierta de ganaché de chocolate.
Os dejo el proceso.
Al final decidí pintar con colorante alimentario los motivos de la pala, y creo que así quedó mejor. También dudé a la hora de hacer los agujeros, porque una vez casi terminada no quería fastidiarla, pero me atreví y al final los corté en lugar de pintarlos o de recortar circulitos y pegarlos.
Ha sido todo un trabajo, pero ha merecido la pena. Espero que os guste.
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