El bizcocho de calabaza se ha convertido en uno de mis favoritos por su sabor y esponjosidad y su miniversión no iba a ser menos. Además,, si van enriquecido con esta riquísima crema de queso mascarpone y el toque especial de la mermelada de calabaza, se convierten en un bocado exquisito.
Para ver la receta del bizcocho de calabaza, pinchad
aquí.
Ingredientes para el frosting de queso mascarpone:
125 g de nata de la que sirve para montar
125 g de queso mascarpone
50 g de azúcar glas
Media cucharadita de esencia de vainilla.
Elaboración
Se bate la nata, que estará muy fría, con el azúcar.
Se bate el mascarpone con la vainilla.
Y se une todo, batiendo solo lo justo para que quede bien mezclado.
Ingredientes para la mermelada de calabaza:
500 gramos de calabaza
250 gramos de azúcar
1 limón
1 cucharada de canela molida
Elaboración
Pelamos y troceamos la calabaza. La ponemos en un bol y le agregamos el azúcar, la canela y el zumo de un limón. Removemos bien y tapamos con un papel film y lo guardamos en el frigorífico unas 10-12 horas.
Después ponemos la calabaza macerada (junto con el almíbar que se ha formado) en la cubeta de la panificadora y seleccionamos el programa para hacer mermelada. Y cuando termine, sacamos la cubeta de la panificadora y la trituramos.
Si nos gusta como ha quedado, la envasamos todavía caliente, pero si queremos que quede más espesa volvemos a meterla en la panificadora y repetimos el proceso.
Están muy ricos y los podéis rellenas con la crema de queso o con la mermelada, lo que más os guste.
Espero que os haya gustado.
Un beso y hasta la próxima.